La presoterapia estimula el sistema linfático por lo que favorece el drenaje linfático, cuyo objetivo es eliminar líquidos, grasas y toxinas acumuladas en el organismo.

La presión del aire rompe en primer lugar las acumulaciones de grasa (por ejemplo, la grasa localizada concentrada en nuestras piernas y glúteos) para luego hacerla circular junto al resto de líquidos retenidos y toxinas para su eliminación a través del sistema linfático.

Aunque mucha gente no lo sabe, otro de los beneficios que nos regala la presoterapia es el de favorecer el tránsito intestinal (cuando se aplica en la zona abdominal), por lo que puede ayudar en los problemas de estreñimiento.